El calamitoso resultado electoral del PSOE -que pierde un millo?n y medio de votos, 20 diputados y 6 puntos porcentuales del 28% al 22%-, cuando pensa?bamos que el PSOE habi?a tocado fondo -con la dimisio?n de Rubalcaba despue?s de las elecciones del 2011- para seguir excavando hacia el centro de la Tierra con Pedro Sa?nchez, nos adelanta tiempos au?n más malos si cabe para la parroquia socialdemo?crata espan?ola. Y son aun más peores si los que van a tu rebufo van sopla?ndote en la oreja advirtie?ndote que a la mi?nima te pasan y lo pierdes todo. Y tu tendencia es, eleccio?n tras eleccio?n, a la baja, baja, baja.
Ante esta dina?mica y como su secretario general no ha dimitido como deberi?a haber hecho -ejemplo Rubalcaba, nuevamente, con mejor resultado que e?l- explotan las contradicciones de un partido en horas bajas. Para ma?s inri, y dada su debilidad, el secretario general inicia una carrera hacia adelante para mantenerse a toda costa en el cargo y trata de violentar estatutos e ideario de sus compis -los escritos y los supuestos- lo que hace aflorar la debilidad de su liderazgo.
Y, aunque muchos analistas -sobre todo, tertulianos- hacen recaer en Susana Di?az la responsabilidad de la oposicio?n a Sa?nchez, la verdad es que el verdadero responsable es el mismo Sa?nchez que no ha sabido calibrar su fragilidad orga?nica y electoral, en un partido -viejo y grun?o?n, gastado- que hace tiempo que lo teni?a amortizado. Y, tampoco, ha sabido calibrar que el PSOE es, hoy en di?a, ba?sicamente, un partido andaluz con una sucursal en Madrid.
Asi? las cosas, el Comite? Federal, reunido el pasado lunes, sentencia a Pedro Sa?nchez al aprobar dos resoluciones contradictorias: de una parte, no aprobar ninguna posibilidad de acuerdo con el PP, y, de otra, permitir a Sa?nchez la posibilidad de optar a la presidencia del gobierno ponie?ndole una raya roja -de imposible superacio?n por sus socios- porque, aunque lograra convencer a Podemos de que renunciara al refere?ndum en Catalun?a, aritme?ticamente, no podri?a conseguir el nombramiento de Sa?nchez sin la abstencio?n de Esquerra Republicana de Catalunya. Puesto que ni una cosa ni otra podra?n salir adelante, ¿los di?as de Sa?nchez al frente del PSOE esta?n contados, haya Congreso en febrero o no lo haya?
Y, poli?ticamente hablando, ninguna de las dos resoluciones del Comite? Federal afectan a la esencia del PSOE. ¿Son falsas? ¿Dedicadas u?nicamente a descabezar a Sa?nchez? Recuperen ustedes declaraciones de Felipe Gonza?lez en uno o en otro sentido. Y no so?lo de Gonza?lez.
Ahora bien, ningu?n li?der -ni Susana Díaz, ni otro- va a salvar de un di?a para otro al PSOE, sumido en la mayor crisis de los u?ltimos 40 an?os. Pedro Sa?nchez no es más que la rama que no deja ver el espeso, profundo y tenebroso bosque de esa crisis.
Llegados a este punto y abocados a unas elecciones anticipadas, ¿el problema es que Sa?nchez no sera? el pro?ximo candidato del PSOE y que lo que vendrá sera? peor -para ellos y para nosotros- porque, despue?s de ellas, tanto los poderes econo?micos espan?oles como europeos exigira?n la Gran Coalicio?n PP–PSOE–Ciudadanos y entonces nadie en el PSOE se opondra? si no es desde fuera del partido, condenado a la pasokizacio?n? Por el bien de todos.