El pasado lunes, 12 de mayo, con toda la ilusión del mundo, nos fuimos a Alicante. A participar en el mitin que la coalición de Izquierda Unida-Los Verdes (La izquierda Plural) había organizado, como acto central de campaña en las tierras del sur del País Valenciano. Con el recuerdo del mitin que en las pasadas elecciones generales ya compartimos en tierras alicantinas y con la confianza en nuestros paisanos y conciudadanos que estamos seguros que van a dar un vuelco al bipartidismo estéril que nos ha robado la esperanza y el futuro.
Cuando llegamos al Polideportivo de Babel, la noticia del asesinato de la presidenta del PP de León por parte de una correligionaria, también del PP, nos cogió por sorpresa. Nos advirtieron entonces que el PP había suspendido la campaña electoral, cosa hasta cierto aspecto comprensible cuando sus militantes se lían a tiros entre ellos. No acabábamos de entender que el resto de los partidos políticos siguieran la pauta del PP y suspendieran también sus actos cuando el hecho lamentable y violento –execrable- no tenía nada que ver con las elecciones europeas, ni con la política en general. Era una consecuencia más de la manera de hacer política concreta y pedestre de un partido que ya ha cruzado todas las líneas rojas de corrupción, nepotismo y degeneración moral.
Si además, observamos con tristeza, las muertes de nuestros conciudadanos desesperados por la dureza de la crisis, que se suicidan ante los desahucios y la exclusión social, que son totalmente ignorados por el PP y el PSOE, tendremos una fotografía en blanco y negro, terrible de la hipocresía de unos políticos que no se merecen ni un gramo de nuestra consideración.
No pudimos por fin celebrar nuestro mitin y os ofrecemos el que hace dos años y medio celebramos en el mismo sitio y donde nuestras sentidas palabras no han perdido ni un ápice de actualidad.