Un análisis de las elecciones madrileñas.
1. La victoria de Ayuso en Madrid era lo esperable tras la campaña errática y equivocada de la supuesta izquierda española y el resultado del ivanredondismo en la política española.
2. El sociolingüísta norteamericano George Lakoff escribió un librito hace unos años, cuando los republicanos ganaban siempre las elecciones y los demócratas estaban desconcertados, «No pienses en el elefante«, en referencia al elefante símbolo de los republicanos. Y, básicamente, explicaba que reducir tu discurso a combatir el de los rivales era una equivocación porque jugabas siempre en el lado equivocado del campo, el de los otros, y toda la visibilidad era para ellos.
3. La campaña del «gobierno más progresista de la historia» ha cometido ese error, de primero de Sociología, al plantearlo todo en parar el fascismo y el cordón sanitario.
4. La mejor campaña para frenar el fascismo es aplicar políticas de izquierda de verdad. Políticas valientes. Como ejemplo, Portugal. Y no en ir a remolque de Ayuso. O en no anular la Ley Mordaza, ni la reforma laboral. O en mantener unos tribunales de vergüenza. O en no reformar el ejército. O en no pedir responsabilidades a la monarquía.
5. La campaña de Ayuso, dirigida por MAR, es un ejemplo de nacionalismo chauvinista y populista madrileño, estilo González Lizondo de hace unos años en el País Valencià. PSOE y UP plantearon un discurso como si las elecciones fueran de ámbito español.
6. Posiblemente Ayuso se hubiera comido los votos de VOX y hubieran sido extraparlamentarios si UP no les hubiera dado alas. Es significativa la subida de votos de VOX en Vallecas.
7. Diez años después del 15M, la única opción de ruptura contra el “régimen del 78” es el independentismo catalán. Y no hay más. ¿Es por eso que encontramos represión y venganza, cloacas del estado y lo que se puede estar gestando -los que fueron capaces del GAL (el núcleo duro, no el político) continúan vivitos y coleando?
8. Madrid se ha convertido en la Serbia de los últimos estertores de Yugoslavia. Exigiendo sometimiento sin cuartel. El resultado de la barbarie fue que Eslovenia, Croacia, Bosnia, Montenegro, Macedonia y Kosovo son independientes.
9. El famoso diálogo del “gobierno más progresista de la historia” para resolver el problema catalán no solo no ha existido nunca sino que, después del 4M, no volverá ni a plantearse porque, si Pedro Sánchez tuviera alguna veleidad al respecto, los alcaldes y presidentes de comunidades autónomas socialistas no se lo permitirían a dos años de las elecciones. A todo lo más que llegarán será a algún indulto parcial. Nada que ver con los que les dieron a Barrionuevo, Vera o Galindo.
10. Para Sánchez, comienza ahora un calvario al que ha sido conducido por Iván Redondo. Esa forma de hacer política desde los despachos de los gurús puede funcionar a corto plazo, hasta que te enseñan el «culito» de las políticas liberales y entonces se derrumban. Ahora mismo, Sánchez es un cadáver político que aguantará mientras le deje el aparato y los barones socialistas. Y no es la primera vez.
11. El “gobierno más progresista de la historia” ha fracasado de forma estrepitosa en estas elecciones y en las gallegas. No han tenido buenos resultados en las catalanas y las vascas. Y previsiblemente tampoco lo tendrán en las próximas andaluzas.
12. Podemos, con la retirada de Pablo Iglesias, ha iniciado el camino de Ciudadanos, cuesta abajo y sin frenos y tiene muy difícil sobrevivir a las próximas eleciones. Como mucho se residualizará a los niveles de Izquierda Unida.
13. El partido ganador de la supuesta izquierda en Madrid es un partido de ámbito regional madrileño que intenta pactar erráticamente con los troskistas, en Andalucía, o con otros partidos regionalistas cada vez con menos sustancia como por ejemplo Compromís en el País Valencià.
14. Y es, en el País Valencià, de los pocos feudos socialistas aún en el estado, donde se aventura una lucha a muerte, un campo de batalla a «got i ganivet» entre la parte más derechona del PP -en la línea de la FAES- que ya ha nominado a un zaplanista frente a pactos del Botànic venidos a menos. Para completar la imagen más rancia de la España de siempre, la de la monarquía borbónica, la de la corte madrileña, la de los negocios del Bernabeu.
15. Y, con estas elecciones, también ha quedado claro que los falsos discursos, con la trampa de que viene el lobo, de la supuesta izquierda ha fracasado ante el discurso de una derecha desenfadada, descarada -cínica, si queréis-, que ha hecho de la «libertad de tomar cañitas y patatas bravas» su leitmotiv.
16. Hemos aprendido, también, que no tiene sentido que, al final, tengamos que escoger entre la peste y el cólera. No nos merecíamos esto.
17. Y, al parecer, en esta España de ahora, el eje derecha izquierda ya no es un referente ideológico a la hora de votar.
18. Por si no nos habíamos dado cuenta, el tema de la COVID-19 ha influido bastante en las elecciones y quien mantuvo, desde el principio, un discurso errático con la presencia de militares y policías con discursos cuarteleros, con una gestión bastante deficiente, ha permitido que quien no debiera, por su incompetencia, pueda gobernar.
19. Y, también, necesitamos profundizar en el papel de los medios de comunicación en los resultados electorales: los principales responden a los intereses de las grandes corporaciones, que son sus propietarios. No harán nada en contra del sistema.
y 20. Se avecinan tiempos oscuros. Las ayudas europeas estarán, ya lo están, unidas a reformas que seguirán convirtiendo a muchos trabajadores -con trabajo- en excluidos sociales y afectaran a todos de forma penosa. La represión contra todo y contra todos los que se muevan al margen del discurso oficial, de la monarquía y del “régimen del 78” será mucho más dura de lo que ha sido hasta ahora. Y las cazas de brujas y las venganzas no han hecho más que empezar.