La mayoría de los científicos coinciden: el calentamiento global que está sufriendo el Planeta es debido al aumento de los gases efecto invernadero emitidos a la atmósfera por las actividades de la sociedad industrial. Las consecuencias del aumento de las temperaturas medias serán catastróficas. El aumento del nivel del mar afectará directamente a la vida de millones de personas y a la economía mundial. Aumentará la desertización en amplias zonas del Planeta, el hambre, la carencia de agua potable, las sequías… Serán más frecuentes los episodios violentos de la climatología. Olas de calor, desaparición de glaciares, desplazamientos de especies, muertes… La mayoría de los científicos reclaman la urgencia de medidas a los gobiernos nacionales e internacionales para abandonar los actuales usos energéticos y sustituir la quema de combustibles fósiles, casi siempre derivados del petróleo, por energías limpias, renovables. Hace pocos días, se ha sabido que 2013 ha sido el año en que más ha aumentado la concentración de CO2 en la atmósfera de los últimos 30 años. Muchos son los científicos, los expertos, los ecologistas, los ciudadanos que pensamos que se nos está acabando el tiempo para intentar evitar los peores efectos de una catástrofe que ya ha empezado.
Pero hay otro punto de vista que comparten otros muchos y buena parte de los actuales gobernantes del mundo. Cada día quedan menos reservas de petróleo y en la medida que se consume en el mundo es posible que en menos de 100 años se agoten. Su precio, al ser cada vez más escaso, va a aumentar exponencialmente y quien controle esas reservas y las distribuya ganará millones. Hay que seguir buscando petróleo y ahí tenemos las plataformas continentales marinas y, sobre todo, la gran oportunidad del Ártico con el deshielo en marcha por el aumento de las temperaturas. Hay que invertir en petroleras que eso es lo que va seguir dando mucho dinero a corto y medio plazo. Total, sólo se vive una vez y hay que intentar ser de los que se aprovechan de las oportunidades de ganar dinero. ¿Qué me importa a mi que la gente sufra de alergias o muera en una ola de calor? ¿Qué más da si millones de personas se tienen que desplazar por el aumento del nivel del mar? ¿Ballenas y tortugas que sufren por el impacto acústico de las prospecciones petrolíferas submarinas? ¿Economías turísticas que se ponen en peligro? ¿La pesca artesanal…? ¿Tragedias provocadas por los huracanes, las tormentas violentas, las olas…? ¡Qué más da! Ya buscaremos quién justifique que el cambio climático es un ciclo natural del Planeta e intentaremos seguir gobernando en nuestro interés y el de las grandes multinacionales energéticas.
A mi, me preocuparía mucho que el próximo comisario europeo para el clima y la energía tuviese este segundo punto de vista. Mucho. La Unión Europea, con mucha timidez, había sido vanguardia en la lucha contra el cambio climático. Con comisarios como Cañete, creo que dejaría de serlo. Es una irresponsabilidad votar a este señor.