Como cada 5 de junio, hoy se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, el principal vehículo de las Naciones Unidas para impulsar a la acción y sensibilización por el medio ambiente. El eslogan de este año es «Siete mil millones de sueños. Un solo planeta. Consume con moderación«.
El bienestar de la humanidad, el medio ambiente y el funcionamiento de la economía depende, en última instancia, de la gestión responsable de los recursos naturales del planeta. Sin embargo, las personas siguen consumiendo muchos más recursos naturales de los que el planeta puede proporcionar de forma sostenible. Y los gobiernos instalados en la lógica desarrollista prestan escasa atención al cuidado del planeta.
En el estado español, después de las pasadas elecciones autonómicas y municipales, observamos con tristeza y malestar la nula presencia de preocupaciones medioambientales en los programas de los dos grandes partidos. Y, sorprendentemente, la presencia del ecologismo político en el discurso de Podemos, de Ciudadanos y de IU también es mínima -y no digamos en boca de sus líderes. Todavía, no he oído ni a Pablo Iglesias ni a Albert Rivera ni a Alberto Garzón plantear exigencias de respeto al medio ambiente para hablar de acuerdos o de objetivos concretos.
Es significativo que, entre los cinco puntos a estudio para acordar el pacto entre el PSOE, Compromís y Podemos en la Comunidad Valenciana, no figure nada sobre el respeto medioambiental. Y no deja de ser un síntoma poco explicable en las políticas autonómicas de los partidos cuando hay importantes yacimientos de empleo ligados al tema medioambiental: energías renovables, cuidado y conservación de masas forestales, agricultura ecológica, cooperativas de consumo, turismo sostenible ligado a gestión de parajes naturales, mejoras de eficiencia energética y los planes de ahorro de energía, arquitectura sostenible y rehabilitación de edificios, reciclaje…
No es extraño este olvido en los programas electorales si consideramos que los objetivos de este día: el aumento de la conciencia medioambiental, y el fomento de la acción global en la protección del medio ambiente, están muy lejos de cumplirse. Y esto es así en buena medida a causa del incumplimiento generalizado de nuestra legislación ambiental por parte de las distintas administraciones -local, autonómica, estatal y, también, europea.
Los Verdes queremos hacer un llamamiento a todas las administraciones para que de una vez por todas cumplan la ley y acaten y hagan cumplir nuestra legislación ambiental: lo que sería una buena noticia para nuestra salud y la de nuestro entorno. Y, a los ciudadanos, les pedimos un esfuerzo particular en reducir el consumo, en aumentar el reciclaje y en ahorrar energía y agua. Con una especial llamada a preocuparnos por salvar a las abejas cuya función de polinización de las flores es vital para nuestra alimentación y para la biodiversidad y que la agricultura industrial, los transgénicos y el uso de plaguicidas tóxicos están haciendo desaparecer.