Por Toni Roderic, Área de Presidencia de Los Verdes.
Muchas y diversas han sido las medidas tomadas por el gobierno del PP de Rajoy en contra de los ciudadanos del estado, en contra de lo que considerábamos estado del bienestar y sociedad democrática: la LOMCE y la política de becas de Wert; la reforma laboral y el saqueo de los fondos de pensiones de Báñez; la ley Mordaza, la represión de las manifestaciones y las ilegales y antihumanitarias actuaciones en la frontera de Ceuta y Melilla de Fernández Díaz; la ley del aborto y la ley de tasas judiciales de Gallardón; el desastre sanitario, privatizaciones incluidas, de Mato; la burla continuada de los presupuestos generales del estado de Montoro; la calamidad de la diplomacia española y la torpeza de los consulados españoles con García Margallo; y el azote para la agricultura, para la pesca y para el medio ambiente de Cañete. Pero, si hay un ministro desgraciado en su gestión, absolutamente adverso para el futuro de los ciudadanos del estado, devastador para el medio ambiente, torpe para el futuro económico de nuestro turismo y de nuestra pesca, catastrófico en la gestión de la electricidad y del gas para los hogares españoles, este es José Manuel Soria que está aprovechando los últimos estertores de un gobierno siniestro para favorecer descaradamente a la oligarquía energética, con casos como el de la indemnización de la plataforma Castor, o con las autorizaciones para realizar sondeos petrolíferos en Cantabria, el Mediterráneo y las Canarias.
En el momento actual, es incuestionable la existencia de unas alteraciones graves en la dinámica atmosférica producidas por el calentamiento global del planeta provocado por las emisiones de gases de efecto invernadero que han alcanzado máximos históricos. La presencia -comprobado por los científicos- de más de 400 partes de CO2 por millón en el aire y otros contaminantes está produciendo un proceso, hasta ahora, imparable de aumento de la temperatura media de la Atmósfera. Está más que demostrado, científicamente, que una gran parte de esta contaminación atmosférica se debe a las emisiones provocadas por la combustión de hidrocarburos fósiles. La Comisión Europea recientemente ha presentado el Libro Blanco en el que propone los objetivos de la Unión Europea de reducción de las emisiones contaminantes para el año 2030 ante la gravedad de la situación, que podría incluso ser irreversible.
No se puede considerar que las autorizaciones de Rajoy y Soria vayan en sintonía con los objetivos de reducción de las emisiones de la Unión Europea. Es obvio que quien busca petróleo o gas es que lo pretende utilizar, aumentando por tanto unas emisiones que las instituciones europeas ya están considerando nocivas para el medio ambiente, la economía y la salud de las personas.
Los ciudadanos de Canarias, del País Valenciano, de las Baleares y de Cataluña no queremos más contaminación atmosférica ni la amenaza del chapapote en nuestro litoral. Y, lamentablemente, recordamos la postura del PP cuando estaba en la oposición con gobierno del PSOE, en que se oponía duramente a estas autorizaciones, para demostrar ahora sus mentiras interesadas, su cinismo y la estafa de sus planteamientos.
Hay mucha energía renovable y limpia en el litoral español y en nuestras islas, como la eólica marina, la solar o la mareomotriz esperando una política coherente y sostenible del Gobierno de España en materia de energía que combata el más que evidente cambio climático para que nuestras costas tengan que soportar los graves impactos de la búsqueda de petróleo de las empresas multinacionales.
Soria y Rajoy como responsables de esta política perniciosa, dañina y malsana contra la humanidad en general y contra los españoles en particular deben dimitir. Son un mal gas tóxico que estamos padeciendo. Los estamentos europeos deben intervenir para impedir este atentado al medio ambiente y se deben controlar estrictamente las emisiones de gases invernadero por parte del estado español.