Por Toni Roderic, Área de Presidencia de Los Verdes.
Todo este desgraciado asunto del ébola no es otra cosa que el paradigma del gobierno chapucero del PP: su ineptitud, su poca diligencia, su falta absoluta de capacidad para dirigir absolutamente nada, su incompetencia y su inutilidad. Y no es que no hayan dado ejemplos claros en sus casi tres años de desgobierno: Wert, Báñez, Gallardón, Soria, Margallo, Fernández Díaz, Cañete, Montoro, Mato… en fin… Pero es que todo este asunto –incluido el asunto del sacrificio del perro Excálibur– da una imagen nítida de quienes son, como actúan y qué podemos esperar de ellos.
Al desastre de gestión de la Sanidad Pública y al peligro que están sometiendo a la población, hay que añadir, ahora, el perjuicio a las dos únicas fuentes que nos quedan de trabajo y de economía solvente como son el turismo y las exportaciones. Un desastre total que va en la línea de sus incumplimientos, sus mentiras, su falta de responsabilidad y sus estrambóticas medidas que nos avergüenzan internacionalmente.
Quien quiera autojustificarse, lo puede hacer, pero ya en época de Aznar y con las gestiones del Yak-42, del Prestige o de la Guerra de Irak, nos mostraron, claramente, como gobernaban y como gobernarían. Y, a pesar de eso, tuvieron el voto mayoritario de los españoles. La segunda parte, made in Rajoy, ha estado dramática. Y lo peor es que aún nos queda un año. Y que, posiblemente, lo peor esté aún por llegar.
El problema que nos deberíamos plantear -y que urgentemente tendríamos que solucionar- es qué alternativa tenemos los españoles para los próximos cuatro años. Una segunda experiencia zapateril de los que no tienen ningún discurso y que están como los otros al servicio de la oligarquía económica sería un auténtico despropósito. Confiar en quienes no han gobernado ni un solo ayuntamiento y que no dicen otra cosa que obviedades sin sustancia llevados por el marketing electoral, una aventura descabellada. No sé… Pero la alternativa de una candidatura de izquierda real, de unidad de las izquierdas plurales y reales del estado, de los que llevan tanto tiempo en la lucha de los barrios, de los pueblos, de los ciudadanos, sea la única esperanza para todos.
A pesar de todos los pesares.