Intervención de Toni Roderic, Secretario de Organización de la Confederación de Los Verdes y Presidente de Los Verdes del País Valenciano, en el Congreso Fundacional de la Organización de las Mujeres del PAM (Partido de la Autenticidad y Modernidad) con motivo del 8 de marzo.
Primeramente quiero agradecer al Parti Authenticité et Modernité su invitación a la Confederación de Los Verdes en España a participar en este congreso, a su secretario general Mustafa El Bekouri, a su vicesecretario general Ilyas El Omari y al buen amigo Muhammad Khalifa por su amistad fraterna.
Venimos, Los Verdes, con gran satisfacción a participar en este congreso que no dudamos que será histórico para el futuro de las mujeres de Marruecos, que será histórico para el futuro de Marruecos, y que será histórico para el futuro del continente africano.
Desde España la Confederación de Los Verdes sabemos perfectamente –y os animamos en esta línea- de los esfuerzos del Parti Authenticité et Modernité en conseguir una sociedad más justa, más libre, más democrática y más solidaria. Una sociedad basada en la igualdad de los hombres y las mujeres.
Desde España, Los Verdes sabemos perfectamente de vuestros esfuerzos para suprimir la impunidad de los violadores y de vuestra lucha en ese sentido para evitar las bodas de niñas con sus violadores. También sabemos vuestros esfuerzos a favor de la regionalización avanzada y de vuestros esfuerzos por dar una salida viable y muy importante internacionalmente al problema del Sahara occidental. Conocemos también vuestros trabajos para la utilización del kif como terapéutico –en línea con los países más avanzados del mundo- y que además puede ser una fuente importante en la creación de una economía alternativa. Y también conocemos vuestro compromiso en contra del racismo y para paliar el maltrato de los inmigrantes. Y os apoyamos con todo nuestro corazón en vuestra propuesta para castigar específicamente el delito de «takfirismo» , en referencia a los casos cada vez más habituales de condena de personalidades liberales por parte de extremistas religiosos. Y, claro está, nos congratulamos por la elección de Fatima Zahra Mansouri, como alcaldesa de Marrakech y lo que es más importante el que 3406 mujeres fueran elegidas en ayuntamientos locales para cargos de responsabilidad.
Y por todo eso nos congratulamos de vuestra amistad.
Los Verdes somos un partido creado por una mujer, Petra Kelly, que nos inculcó cuatro ideas muy claras. La primera era que nuestra lucha política debía estar encaminada, desde el pacifismo más estricto, contra la guerra, a favor de la paz por encima de todo. Con respeto absoluto a las personas y a los derechos humanos. La segunda era la lucha contra la energía nuclear que nos envenena la vida y contra los monopolios de las grandes empresas multinacionales de la energía que pasan por encima de los pueblos y de las personas como vemos en tantos y tantos ejemplos y que últimamente quieren arruinarnos el medio ambiente con proyectos tan perniciosos como el fracking y las extracciones petrolíferas en el Mediterráneo y las Canarias. La tercera era la defensa de una vida sana, de una alimentación libre de transgénicos y de pesticidas, contra la explotación de los campesinos, y a favor de la cocina y de los alimentos tradicionales tan importantes desde el punto de vista de la salud y del turismo. Y la cuarta y última la de ser tiernos en política, “pensar con el corazón”. Decía Petra Kelly que “Ser tierno y al mismo tiempo subversivo: eso es lo que significa para mí, a nivel político, ser «verde» y actuar como tal. Entiendo el concepto de ternura en sentido amplio. Este concepto, para mí también político, incluye una relación tierna con los animales y las plantas, con la naturaleza, con las ideas, con el arte, con la lengua, con la Tierra, un planeta sin salida de emergencia. Y, por supuesto, la relación con los humanos. Ternura entre las personas, también en el seno de un partido alternativo y no violento, que apuesta públicamente sin cesar por la suavidad, la descentralización, la no violencia. […] Nuestro rumbo debe llevarnos, sin compromisos, en otra dirección ecológica. Eso significa ponerse a andar políticamente por la via suave. Esa vía suave significa aprender a concebir nuestro planeta, incluyendo la atmósfera, los océanos y los continentes, como una unidad orgánica viva. Nuestro ecosistema es el universo. No lo dividamos en fragmentos y caigamos en la falsa creencia de que nos basta con entender una pequeña parte para entender también el todo. Respetémonos a nosotros mismos y a nuestro entorno. La tierra y yo tenemos las mismas raíces. La tierra la hemos tomado prestada de nuestros hijos. Si queremos materializar una política basada en la ética ecológica, debemos comprender lo que ha dicho Marilyn Ferguson sobre el poder y el amor: El poder sin amor se reduce rápidamente a la simple capacidad de expoliar y manipular. En un movimiento político ecológico se necesita inexcusablemente solidaridad, paciencia, cooperación, ternura y tolerancia, a fin de que coincidan los medios y los fines.”
Y todo esto pensamos que nadie mejor que las mujeres lo puede llevar a la práctica. Y por eso, pensando con el corazón –que os ofrecemos- vemos lo valioso de vuestra lucha, vuestro esfuerzo, y nos sentimos solidarios y participativos con ella. Los Verdes no queremos ser únicamente vuestros amigos e invitados, queremos ser parte integrante de vuestro camino de libertad. Y por eso os ofrecemos todo lo que tenemos. Cualquier cosa que necesitéis os la ofrecemos por adelantado.
No quisiera acabar mi intervención sin hacer referencia a un tema que me avergüenza como español, como ciudadano y como amigo vuestro. Y es el recuerdo de las prácticas coloniales durante el dominio español del norte de Marruecos. Los generales Primo de Rivera, Sanjurjo, Queipo de Llano y Franco –que después masacrarían a los progresistas españoles en la guerra civil- primero ensayaron su brutalidad en el Rif. Fue el primer ejército del mundo que tuvo el deshonor de utilizar gases tóxicos contra la población civil en el Rif, masacrando mujeres y niños, «crímenes atroces» cometidos contra los marroquíes por España, matando a «decenas de miles de civiles» y envenenando al ganado y gran parte de las tierras cultivables y provocando «un número significativo de enfermos de cáncer» y otras secuelas que «aún perduran en un importante sector de la población«. Crímenes por los que aún no han pedido perdón ni han asumido responsabilidad alguna.
Nosotros somos un partido modesto que ahora empezamos a tener una buena proyección, pero desde nuestra modestia, y con la ternura que nos inculcó Petra Kelly os pedimos humildemente perdón. La memoria histórica que tanto se reivindica en España por los partidos progresistas debe empezar porque haya una investigación internacional sobre los crímenes de lesa humanidad perpetrados por el Gobierno español durante la guerra colonial contra el pueblo marroquí.