NO AL RACISMO. NO A LA XENOFOBIA
La aportación fundamental del ecologismo político hoy es compartida en buena parte por la izquierda alternativa, entendiendo que la causa no es sólo el repartir mejor las ganancias, no es sólo la cuestión el derribar los gobiernos conservadores, la causa es la de la humanidad, toda la humanidad, la supervivencia como especie en un mundo conservado y limpio donde las futuras generaciones de todas las especies puedan seguir viviendo, pues es el sistema económico y social productivista globalizado y en manos de los poderes financieros el que, además de causar la pobreza y la desigualdad social, la división del mundo en países pobres y ricos por el intercambio desigual, pone en peligro cada día la propia existencia de la propia especie. Por eso, por la fuerza revolucionaria que supone el ecologismo político de izquierda, de los Verdes que han asumido como eje de sus programas el binomio que Leonardo Boff define como “grito de la Tierra, grito de los pobres”, hoy tiene no sólo la fuerza moral de la lucha por la igualdad de todas las personas, sino la realidad aceptada ya por una buena parte de científicos de que el sistema actual nos condena a la catástrofe.
Nadie tiene el derecho de humillar a nadie. De humillarle por su color de piel, por su lengua o por su acento, por su lugar de nacimiento, por sus hábitos de vida, por sus orígenes y tradiciones. Ni mucho menos, desde luego, por su pobreza o desamparo que le hacen buscar refugio entre nosotros. La raza más detestada de todas, la más perseguida y discriminada, es la raza de los pobres… Identidades culturales hay muchas, pero la única identidad civilizada que de veras cuenta es la identidad humana. Lo que nos hace humanos es el trato humano. Vivir civilizadamente es convivir con los diferentes. Deberíamos decírselo a los niños antes de que sea demasiado tarde.” Fernando Savater. Prólogo al libro de Tahar Ben Jelloun “Papá, ¿qué es el racismo?»
CONSIDERACIONES PREVIAS
1. España ha sido tradicionalmente tierra de emigrantes: desde que estalló la crisis más de 700.000 españoles han salido de nuestro país para buscar trabajo en Europa, sobre todo, y en América. Esto por desgracia no es ninguna novedad. Entre principios del siglo XVI y finales del XVIII emigraron a América más de medio millón de españoles. Y entre 1880 y 1900 salieron de España con destino a América 40.000 españoles cada año, para luego aumentar a 100.000 por año hasta 1929. La guerra incivil española obligó a más de 400.000 españoles a emigrar a países europeos y americanos. Entre 1950 y 1960 salieron aproximadamente más de un millón de emigrantes mayoritariamente a América, para cambiar a Europa, los veinte años posteriores en un número muy significativo. Fue la emigración del “vente a Alemania, Pepe”.
2. La inmigración en España es desde la década de 1990, un fenómeno de gran importancia demográfica y económica. Según el INE 2011, a primero de enero de 2011 residían en el país casi 6,7 millones de personas nacidas fuera de sus fronteras (de los cuales más de un millón habían adquirido la nacionalidad española). Entre los cuales los magrebíes son aproximadamente un 20%. Una gran parte de los cuales nacionalizados españoles.
3. En la actualidad, vivimos en España, en Europa y en el mundo, un momento de grandes e importantes contradicciones políticas, económicas y sociales donde resurgen el racismo, la xenofobia, el antisemitismo, la intolerancia, el etnocentrismo… las dos ultiman décadas de siglo XX están llenas de procesos acelerados, inevitables e irreversible como son: la crisis económica mundial, la presión de los movimientos demográficos, las guerras inferencias o perpetuas, los cambios radicales en los países del Este, el lento y difícil proceso de unión Europea, y sobre todo, la inseguridad y el miedo por el futuro ante el desempleo y la pobreza.
4. La crisis ha endurecido la opinión que los españoles tienen de la inmigración. A medida que las cifras económicas se hunden, resulta más difícil reconocer a la sociedad tolerante y generosa con los extranjeros de hace sólo cinco años. Cada vez son más los españoles que piensan que el número de inmigrantes es excesivo, que las leyes son demasiado tolerantes con ellos, que los extranjeros hurtan trabajos a los nacionales, que se ha de expulsar a parados y delincuentes inmigrantes, que se ha de poner freno a los asilos políticos, que no han de tener derechos sociales y ciudadanos como todos, que tienen demasiadas ayudas sociales y que deterioran los servicios .
5. Algunos datos sugieren que la inmigración ilegalizada, lejos de ser un efecto no querido de la legislación, es un factor fundamental para el desarrollo de ciertos sectores productivos, principalmente aquellos que necesitan mano de obra intensiva y bajos costes de producción. La mayoría de los inmigrantes se concentran en trabajos que han sido abandonados por los trabajadores locales. En España, se calculan en 100.00 los trabajadores necesarios para cubrir la demanda agrícola. La falta de mano de obra legal, dispuesta a trabajar en los campos murcianos, ha dejado sin recoger la cosecha de esta temporada. El porcentaje de trabajadores indocumentados en la agricultura de California se ha incrementado del 10% en 1990 al 40% en 1997. Los indocumentados mexicanos proveen el 18% de la fuerza de trabajo para la construcción en la zona de Los Ángeles.
6. La llegada de inmigrantes ha sido imprescindible para completar la pasada década de bonanza económica, y lo seguirá siendo en el futuro para garantizar la viabilidad del sistema de pensiones actual. Según los últimos cálculos de la Comisión Europea, España necesita recibir al menos siete millones de inmigrantes en los próximos 20 años para que su tasa de dependencia (que mide el número de pensionistas frente a los activos) se quede en el 34%, es decir, que por cada 100 personas que trabajen haya 34 jubilados.
7. La Seguridad Social también ha hecho sus propios cálculos de lo que puede suponer la contribución, o ausencia, de los inmigrantes en las próximas décadas. En un estudio se analiza qué pasará si la entrada de inmigrantes se frenara hasta cortarse en 2025. Con la inmigración, las pensiones aguantarían bien hasta 2030. Con este panorama, asistiríamos al «formidable envejecimiento» de la población y la tasa de dependencia se dispararía hasta casi 74 mayores por cada 100 activos, una cifra «imposible de soportar» (en el escenario base, la tasa de dependencia se quedará en el 54% en 2050). Así, el gasto en pensiones supondría un 17,34% de la riqueza nacional. Además, en caso de que no hubiera inmigración el fondo de pensiones entraría en apuros en 2015, cuando las estimaciones oficiales calculan que no habrá que echar mano de la hucha hasta 2023. Si se mantienen las proyecciones actuales de inmigración, es decir, que en 20 años entren más de siete millones de nuevos trabajadores extranjeros, el estudio es optimista con que la sostenibilidad de la hucha de pensiones puede estar garantizada hasta 2030 e incluso 2035.
CONSECUENCIAS
1. A partir de la crisis de los años setenta, los movimientos migratorios se han convertido en objeto de control por parte de los distintos Gobiernos por cuestiones básicamente electoralistas. En la mayoría de los casos las legislaciones se han endurecido y la vigilancia de las fronteras se ha intensificado. Dos de los ejemplos más gráficos de esta tendencia son las vallas levantadas en Ceuta y Melilla por el Gobierno español, con fondos europeos, y los muros metálicos construidos en algunas ciudades estadounidenses, a lo largo de la frontera con México.
2. Las políticas de cierre de fronteras impulsadas por los gobiernos del norte europeo, han convertido al refugio, la reunificación y la formación familiar en las únicas vías de entrada y estancia legal en estos países para los extranjeros no comunitarios. Las restricciones en la legislación, unidas a las transformaciones del sistema internacional -profundización de las desigualdades entre países y regiones, desarrollo de nuevas formas de pobreza, como la pobreza por desempleo, y multiplicación de conflictos armados que impactan masivamente en la población civil- han disparado el número de solicitudes de asilo, al tiempo que aumentaba la cantidad de inmigrantes ilegalizados.
3. El proceso de integración regional de la Unión Europea (UE) y la conformación de un espacio común, libre de fronteras interiores, se ha visto acompañado de un reforzamiento en el control de sus bordes. Una vez colocada en la agenda de seguridad, la inmigración se presentó inevitablemente ligada al terrorismo, la delincuencia organizada o el tráfico de drogas. El control fronterizo se ha convertido en la primera línea de defensa contra los efectos más amargos de la globalización: inestabilidad económica y política, polarización de las desigualdades y profundización de la pobreza.
4. Un informe de Human Right Watch denuncia la utilización de mano de obra infantil, en su mayoría niños de origen latinoamericano, en las plantaciones de los Estados Unidos. Las inmigrantes que trabajan en el servicio doméstico están sometidas a condiciones de sobreexplotación y dependencia, tanto en situación regular (España o Italia) como irregular (Bélgica u Holanda). Las mujeres de los países empobrecidos se ven obligadas a emigrar, dejando a sus hijos, para cuidar los hijos del Norte. La incorporación (e ilegalización) de la mano de obra inmigrante debe analizarse en el marco de la globalización económica y su impacto en las relaciones internacionales y en las formas de organización del trabajo asalariado. El proceso de deslocalización industrial revela sin pudores la desigual relación de fuerza entre el Norte y el Sur, así como entre el capital y el trabajo. La realidad nos muestra el efecto devastador del proceso de globalización económica en los países del Sur y deja clara la absoluta libertad de movimiento del capital multinacional, que migra en busca de condiciones de producción más favorables para sí mismo. Esto es: mano de obra barata, impuestos bajos o inexistentes, ausencia de derechos laborales y sindicales y trabajadoras jóvenes, generalmente de origen campesino. El trabajo en las maquilas suele ser el primer paso en el itinerario migratorio de muchas mujeres.
5. Pero, ¿qué pasa con otras formas de producción y reproducción que no pueden desplazarse aprovechando las ventajas de un mundo globalizado y «sin fronteras»? Entonces es la fuerza de trabajo la que migra y se topa con bajos salarios, largas jornadas laborales y ausencia de derechos. Esta vez la coartada es la nacionalidad. Existe una correspondencia entre el crecimiento de la economía informal, principalmente en las ciudades, y la composición de la inmigración, originaria de países con bajos salarios y con una proporción creciente de mujeres. La expansión de la economía informal reduce los costes de producción, en tanto favorece la flexibilización y la desregulación de la fuerza de trabajo, y crea condiciones para la absorción de mano de obra inmigrante ilegalizada. Los inmigrantes y las mujeres cargan con el coste de informalizar las actividades. La inmigración y la deslocalización industrial son dos maneras de mantener bajos los costes salariales, ambos procesos han promovido la incorporación masiva de las mujeres del Tercer Mundo en el mercado de trabajo, como mano de obra barata. La situación de los trabajadores sin papeles es un indicador más del progresivo proceso de desregulación del trabajo asalariado.
EN ESPAÑA
1. La postura autista del gobierno español que pretende negar todo lo que se le opone no podrá evitar una dinámica que está fuera de su control. Cuanto más globalización, mayor inseguridad y más gente intentando reasegurares a través de la emigración. En otras palabras, cuanto más globalización: más migraciones.
2. Cuanto más controles a la inmigración, más mafias operan para comerciar con el transporte de inmigrantes que acaban en tragedia muchas veces.
3. Se incumplen los derechos laborales más elementales de los trabajadores transfronterizos que pasan diariamente a trabajar desde Marruecos a Ceuta y Melilla, hasta límites sangrantes.
4. La inseguridad jurídica, el racismo y la xenofobia crecientes, los incumplimientos de sus derechos… hacen que la gran mayoría de los inmigrantes en España no participen de la vida social y política española que ven como algo ajeno.
5. Incumplimiento de la Ley 26/1992 por la que se aprueba el Acuerdo de Cooperación del Estado con la Comisión Islámica de España, sobre todo en lo que respecta a la educación.
EN DEFENSA DE LOS INMIGRANTES Y CONTRA EL RACISMO Y LA XENOFOBIA, LOS VERDES NOS COMPROMETEMOS EN:
1. Insistir en las causas y no los efectos de la inmigración y no utilizar ésta como una baza electoral. En lugar de buscar chivos expiatorios se debe atribuir las desigualdades y exclusiones a las injustas relaciones económicas internacionales.
También hay que tener en cuenta la presencia de los inmigrantes en función de las bajas tasas de natalidad y el envejecimiento de la población europea. Dichos inmigrantes deben beneficiarse de los derechos sociales y políticos por contribuir al desarrollo de las riquezas nacionales y al enriquecimiento mutuo. Su expulsión empobrecería la sociedad tanto económica como culturalmente, además de desacreditar las tradiciones democráticas europeas.
2. La educación de la opinión pública a favor de la tolerancia pasa por el abandono de las informaciones superficiales y simplificadoras sobre la situación de los países del Sur, la discriminación abierta o latente, el catastrofismo y el dramatismo.Los Verdes deben empeñarse en las campañas publicitarias para la aplicación de las legislaciones antirracistas y contra la xenofobia.
3. Para la resolución de los problemas de los inmigrantes es necesario dar prioridad al trato social de los mismos y no policial y administrativo. Con unas políticas destinadas a la integración de los mismos en una sociedad plural y no tender a la exclusión o aceptación solo parcial.
4. Es necesario ir a la raíz de los problemas que favorecen la salida de los emigrantes de sus países de origen. Básicamente, los inmigrantes huyen de la pobreza y miseria, siendo atraídos por la monopolización del desarrollo por el Norte. Por ese motivo es necesario el replanteamiento de las reacciones entre el Norte el Sur, el Primer y el Tercer Mundo hacia una mayor igualdad y reparto de las riquezas. En este sentido, el suministro eficaz de una ayuda para el Desarrollo en los países del Sur es uno de los instrumentos, no el único para luchar por un mundo más justo e igualitario.
5. Desarrollar actitudes, conocimientos y conductas destinadas a la superación del pensamiento absolutista y distorsionado, y el desarrollo de la capacidad de adopción de perspectivas, la empatía o la filosofía de los derechos humanos.
6. Favorecer la participación política de los inmigrantes en España. Necesaria para impulsar con mayor efectividad los derechos civiles y sociales de los inmigrantes superando los obstáculos que aún existen para su reconocimiento constitucional y legal. Sólo la titularidad de los derechos políticos plenos convierte a los inmigrantes en miembros ciudadanos plenos. Los Verdes ha de ser el partido en el cual tengan los inmigrantes su cauce de participación política a todos los efectos.
7. Cambio total en las políticas aplicadas en los CIES. Reducir drásticamente el tiempo de internamiento con total garantía de sus derechos.
8. Cambio radical en los programas europeos contra la inmigración (FRONTEX y EUROSUR) en los que se garanticen la seguridad de los inmigrantes y se apliquen principios humanitarios.
9. Fin de la llamada «Directiva de la vergüenza», que es la directiva europea en materia de inmigración ilegal y que pretende promover el “retorno voluntario” de los inmigrantes en situación irregular. Esta directiva hace que un extranjero pueda estar hasta 18 meses en un centro de internamiento. Cualquier directiva ha de profundizar en la integración social y hacer que los extranjeros puedan acceder a Europa legalmente.
10. Eliminación de las vallas fronterizas anti-persona y del SIVE que suponen una lesión de los derechos humanos de los extranjeros porque ponen en riesgo su integridad física.
11. Fin de la política de externalización de fronteras pagando a otros países para el control fronterizo.
12. Fin a los vuelos o barcos de deportación de inmigrantes. Replantear el mecanismo de expulsión de manera que ésta sea la última medida. Se tiene que garantizar que en su país no vayan a recibir ningún tratamiento vejatorio ni corra riesgo su futuro.
13. Mantenimiento de la autorización de residencia y trabajo durante un período de cinco años sin necesidad de cotización para su renovación.
14. Reconocimiento del derecho de los emigrantes a votar donde viven, cotizan y trabajan y no solo en base al derecho de reciprocidad.
15. Libre circulación y elección de país residencia y regularización y garantía de plenos derechos para todas las personas residentes en suelo europeo, sin distinción de nacionalidad, etnia o religión.
16. No tener papeles no puede considerarse nunca un delito sino simplemente una falta administrativa.
17. Eliminación de las cartas de expulsión, emitidas a las personas sin visado en regla o pasaporte, tramitadas de manera automática 24/36 en las comisarías. Se debe dar la oportunidad, antes de emitir las cartas de expulsión, en caso de falta de visados, de acreditar estos documentos y de saber cuáles son sus motivos de por los cuales están ahí.
18. Ayudas al desplazamiento a aquellos Emigrantes europeos que residan en otro Estado miembro por motivos laborales en función de su renta. Apoyar a los emigrantes que se desplacen con gastos de desplazamiento.
19. Vida Laboral Única Europea.
20. Cumbre hispano-marroquí, con la participación de los parlamentos español y marroquí, la UE y las organizaciones no-gubernamentales que trabajan en ayuda de la inmigración para solucionar los problemas actuales de la frontera sur de Europa y de el respeto estricto a los derechos humanos de los inmigrantes.