Joan Francesc Peris, Portavoz de la Federación de Los Verdes, en declaraciones a los medios de comunicación, ha constatado que hay razones de sobra para oponerse al proyecto de incineración de residuos de la cementera Portland Valderrivas en Alcalá de Guadaíra (Sevilla).
La incineración de residuos es contraria totalmente a las tendencias internacionales más avanzadas y a la política medioambiental de la Unión Europea. Tendencias que no van, ni mucho menos, en la línea de la introducción de incineradoras como el mejor método ni el prioritario en la valorización de los residuos sólidos urbanos. Tampoco se puede afirmar tan alegremente que la incineración suponga aportación alguna positiva en la lucha contra el cambio climático, como tampoco es tan ventajosa la minimización de los vertidos finales.
Uno de los graves problemas que provoca la incineración de residuos es, precisamente, el tratamiento y eliminación de las cenizas que se producen en el proceso de combustión de los residuos y plantea las mayores dudas sobre su idoneidad por los problemas ambientales y para la salud humana que provocan. Según el 4º informe de la Sociedad Británica de Medicina Ecológica, titulado Los efectos de la incineración de residuos en la salud, las incineradoras producen cenizas de fondo y cenizas volantes, las cuales representan el 30-50% del volumen de los residuos originales (compactadas) que requieren ser transportadas a vertederos sanitarios. Los equipos de los incineradores modernos, simplemente, transfieren la carga de tóxicos, notablemente de dioxinas y metales pesados, de las emisiones aéreas a las cenizas volantes. Esta ceniza volante es liviana, se vuela fácilmente y, en su mayoría, tiene el tamaño de partículas pequeñas.
Por eso, Los Verdes queremos recordar las consideraciones de la Directiva de residuos de la Unión Europea, que insiste en la necesidad de optar por aquellos sistemas de gestión que mejor garanticen la salud humana. Podemos leer en el informe ya citado de la Sociedad Británica de Medicina Ecológica que “numerosos estudios han demostrado la existencia de mayores índices de cáncer en adultos y niños y de malformaciones congénitas en los alrededores de las incineradoras de residuos urbanos: estos resultados son consistentes y las asociaciones que establecen son causales. Una serie de estudios epidemiológicos de menor alcance apoyan esta interpretación y sugieren que la variedad de enfermedades producida por las incineradoras podría ser mucho más amplia. Las emisiones de los incineradores son una fuente importante de partículas finas, metales tóxicos y más de 200 químicos orgánicos, incluyendo cancerígenos conocidos, mutagénicos y disruptores hormonales. Las emisiones también contienen otros compuestos no identificados, cuyo potencial de daño aún se desconoce, como fue alguna vez el caso de las dioxinas. Como la naturaleza de los residuos cambia continuamente, también cambia la naturaleza química de las emisiones de los incineradores y, en consecuencia, el potencial de que provoquen efectos adversos en la salud”.
¿Dónde se tratarán las cenizas de las 292.000 toneladas métricas de residuos que se pretenden incinerar en la cementera de Alcalá de Guadaíra? Hay serios problemas que plantean las infraestructuras necesarias para la eliminación especial de las cenizas y cenizas volantes resultantes del proceso que deberían ser tratadas como residuos peligrosos, pues contienen sustancias tóxicas persistentes en el ambiente que afectan a la salud. Las cenizas y las cenizas volantes contienen metales pesados y compuestos organoclorados. Por eso, los especialistas en problemas de salud ambiental afirman que la incineración no resuelve el problema de las sustancias presentes en los residuos, sino que únicamente las transforma, en algunos casos, en formas más tóxicas que las originales.
En este sentido, hay que destacar que algunos países, en aplicación del Convenio de Estocolmo sobre Compuestos Orgánicos Persistentes (COPs), que fue ratificado por España en el año 2004, y tiene como objetivo reducir y eliminar las fuentes que descargan al ambiente COPs, entre los que se encuentran las dioxinas y furanos, se han fijado como objetivo en relación a los residuos sólidos urbanos, promover la prohibición de la incineración como tecnología de tratamiento y disposición final de este tipo de residuos, incluyendo la utilización de éstos como insumo para la producción de energía.
Los Verdes afirmamos que es más que discutible que la incineración de residuos suponga alguna aportación contra el cambio climático. Es conocido que las incineradoras tienen una baja eficiencia en materia de recuperación de energía y, además, emiten gases de efecto invernadero. Además de que en el proceso de pretratamiento del “combustible”, como puede ser el secado y trituración, consumen energía, suelen necesitar combustibles auxiliares como el gas natural, gasoil o aceites desclasificados. La energía que se ahorra con la recuperación y el reciclaje supera a la que se puede obtener con las tecnologías de combustión de las incineradoras. Además, según datos de la Agencia Ambiental de Estados Unidos, una planta incineradora con tecnología avanzada para la producción de energía eléctrica emite más CO2 por kilovatio hora generado que una central térmica de carbón. Es decir, podemos afirmar que la incineración acelera el cambio climático, contrariamente a lo que suele justificar la instalación de incineradoras de residuos. Además, el argumento de que la basura es una fuente de energía renovable tampoco es verdadero, ya que una parte de la misma, por ejemplo los plásticos, está compuesta por materiales derivados del petróleo. El valor calorífico de los residuos urbanos se debe en gran medida a los plásticos, o en menor grado al papel y a la madera, todos fácilmente reciclables.
Para concluir, Joan Francesc Peris ha manifestado que autorizar un proyecto de incinerar residuos en una cementera, que tiene el único fin de abaratar costes de producción a las empresas, sin tener en cuenta ninguno de los graves riesgos para la salud de las personas del entorno y la salud ambiental general, va en contra de cualquier modelo de economía sostenible y social y dice muy poco de un gobierno andaluz en manos del PSOE.