A la tercera, ha sido la vencida y el líder de Los Verdes de Austria, Alexander van der Bellen ha ganado las votaciones presidenciales con un apoyo del 53,3% del electorado frenando así el ascenso del populismo de derechas.
Su rival, Norbert Hofer, candidato del euroescéptico y xenófobo Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), ha llegado al 47,7% -y ha reconocido la derrota poco después del cierre de urnas, a las cinco de la tarde.
El presidente del FPÖ, Heinz-Christian Strache, dijo este domingo que no volverá a impugnar las elecciones y añadió que espera que Van der Bellen sea «un buen y justo ganador«. Strache, que aspira a ser candidato a la cancillería de Viena en las elecciones de 2018, lamentó que en esta ocasión haya habido «una campaña de miedo masiva contra Hofer«. «Los Verdes tildaron Hofer de nazi, nosotros no hemos hecho reproches de esta dimensión«, comentó quien hasta los años noventa formaba parte de la escena neonazi austríaca. El partido de Hofer se ha impuesto en las zonas más rurales, y Van der Bellen lo ha hecho más en las grandes ciudades -en Viena, por ejemplo, con un 63,6%. El ecologista debe agradecer su triunfo final sobre todo a las mujeres, que representan un 62% de sus votantes, a los jóvenes y las personas con formación superior. El futuro presidente remarcaba este domingo que quiere ser el líder de todos: «Cuando acabe la presidencia dentro de seis años quisiera que la gente que me viera por la calle dijera ‘Mira, este es nuestro presidente federal’. No ‘el presidente’, sino ‘nuestro’ presidente«. A este catedrático de economía de 72 años lo «motivan los viejos valores como la libertad, la igualdad y la solidaridad» y siempre se ha mostrado a favor de una Austria dentro de Europa. El FPÖ, en cambio, ponía sobre la mesa un referéndum para salir de la Unión Europea.
Van der Bellen, que se reconoce como «hijo de refugiados«, se movilizará por los débiles y quiere tratar el problema del alto desempleo. Será el primer presidente austríaco que no proviene del Partido Socialdemócrata (SPÖ) o del Partido Popular (ÖVP). El presidente electo ha garantizado a ambos partidos, que forman la gran coalición gubernamental de Viena, que trabajará por la estabilidad institucional. Esta promesa contrasta con el pensamiento de Hofer, que durante la campaña electoral insinuó que si era elegido presidente suprimiría el ejecutivo federal y prepararía el terreno a Strache para llegar a la cancillería en unas elecciones anticipades. Hofer, que ha avanzado que se volverá a presentar a las presidenciales de 2022, recibió el apoyo de la populista francesa Marine le Pen «por haberse batido en las elecciones con coraje«. «Las próximas legislativas serán las de la victoria«, tuiteó la líder del Frente Nacional.
En las primeras elecciones en Europa, después de la victoria de Donald Trump en EEUU, Austria se movilizó -con un 64,56% de participación- para frenar la derecha populista y xenófoba.
Desde Los Verdes hacemos votos porque en Europa aparezcan muchos más Alexander van der Bellen, con credibilidad y firmeza para combatir, en esta Europa podrida, el populismo de derechas a los que nos empujan las políticas neoliberales de la derecha y de la socialdemocracia.