Bajo el lema “Que el niño que fuiste no se avergüence del adulto que eres”, una frase de Antoine de Saint-Exupéry, autor de “El Principito”, Greenpeace ha puesto en circulación una llamativa campaña -de cara a las próximas elecciones generales- reclamando de cinco líderes políticos -del PP, PSOE, Ciudadanos, Podemos e Izquierda Unida– que no se olviden o que no dejen de considerar los problemas del medio ambiente.
En la campaña, Greenpeace, recuerda a estos líderes políticos, aspectos diversos referidos al medio ambiente y atribuye frases a unos supuestos niños que fueron. Así, por ejemplo, a Rajoy le atribuyen la frase «Cuando sea presidente protegeré las playas gallegas» -en el recuerdo tenemos una frase más famosa de Mariano referida al desastre del Prestige: «Son unos pequeños hilillos que se han visto, cuatro regueros que se han solidificado con aspecto de plastilina en estiramiento vertical«.
Nos preguntamos si Greenpeace habrá elegido estos cinco líderes porque considera que, en sus respectivos programas electorales, no se preocupan suficientemente por los problemas medioambientales y, por eso, les recuerda que niños, jóvenes y adultos no contaminados apuestan claramente por la protección medioambiental cuando no están mediatizados por otras consideraciones políticas más o menos espurias -o cuando no están al servicio de intereses partidistas, puertas giratorias y corrupciones varias.
Es por eso que agradecemos, profundamente, a Greenpeace, que no haya considerado que Los Verdes figuráramos entre los partidos -o los personajes- a los que se tenga que recordar estas preocupaciones medioambientales. Nadie dudaría de que en el ADN de Los Verdes está la lucha sin cuartel contra el cambio climático, la defensa de la naturaleza, el compromiso contra las energías fósiles o las nucleares, el cambio de paradigma económico… Igualmente, pensamos que nadie dudaría -tampoco, Greenpeace– de nuestro compromiso en la defensa de los derechos humanos, por la paz de forma radical, por los derechos de los animales y por una sociedad del Bien Vivir. Y, por supuesto, nadie dudaría tampoco de nuestro posicionamiento verde en contra de las transnacionales que nos colonizan y que intentan la aprobación del TTIP o de los transgénicos.
Nos despedirnos con unas frases de Hermann Hesse en “Alma de niño”: “¿Había sido yo así? ¿Tan alegre, tan contento, tan agradecido, lleno de compañerismo, tan cariñoso con mi madre, sin miedo, inconcebiblemente feliz? ¿Lo había sido? ¿Y cómo había podido convertirme en un ser tan distinto, tan malo, tan lleno de miedo, tan destruido? Todo seguía como siempre; el bosque y el río, los helechos y las flores, el castillo y los hormigueros, y en cambio todo estaba envenenado y devastado.”