Por Toni Roderic, Área de Presidencia de Los Verdes.
Salvemos la vida a millones de aves
El “parany” (trampa) es una modalidad de caza de aves en la que se ponen unas varas con un pegamento «enviscà» en los árboles donde quedan pegados los pájaros hasta que mueren o son asesinados. Para eso, muchas veces, se ayudan de reclamos electrónicos de sonido para engañar a las aves.
Esta modalidad ha sido declarada anticonstitucional por todos los tribunales habidos y por haber e incluso por la CEE.
No obstante el corrupto PP de la Comunidad Valenciana –con las dudas y apoyos, muchas veces, del Bloc-Compromís-Equo- ha votado, reiteradamente, en las Cortes Valencianas, legislaciones que pretenden bordear las leyes del estado y europeas con el argumento de que es un hecho cultural y una tradición. ¡Vaya!, lo que siempre aducen los sanguinarios.
La verdad del “parany” es que habrá varios centenares en todo el País Valenciano y que es un método masivo y no selectivo de caza que mata cientos de miles de aves protegidas, además de zorzales.
No contentos con marear la perdiz –y nunca mejor dicho- en su apoyo a los furtivos, cuando el gobierno del Estado ha decidido plantear un recurso de inconstitucionalidad a las normas valencianas, populares y sanguinarios quieren que el gobierno se tire hacia atrás en su decisión y han comenzado una campaña de «ultraje a los valencianos».
En Vila-real, por poner un ejemplo, con alcalde socialista y con apoyo del Bloc-Compromís-Equo, se puso en marcha, hace dos años, una escuela de “parany” para enseñar a los niños esta práctica cruel y sanguinaria, subvencionada con fondos públicos.
Este año, las asociaciones ecologistas Acció Ecologista-Agró, Ecologistes en Acció y el Gecen han iniciado su batalla contra la persistencia del “parany”. En apenas dos semanas desde el inicio de la temporada de caza, estos colectivos han detectado hasta 26 de estas construcciones que estaban “plenamente” activas. Todas ellas han sido puestas en conocimiento de la fiscalía de Castellón.
Tenemos que poner fin a esta práctica ilegal, cruel y furtiva que ha asesinado a más de 15 millones de aves en los últimos diez años.
La Comunidad Valenciana es, por desgracia y vergüenza, un punto negro en la migración de las aves hacia Europa. Salvemos a las aves y denunciemos a los responsables y a sus cómplices.