Por Toni Roderic, Secretario de Organización de la Confederación de Los Verdes · Els Verds · Berdeak · Os Verdes.
O lo que es lo mismo, uno de cada tres niños españoles, según el informe presentado por la ONG Save the Children.
España es el segundo país de la Unión Europea (UE) con el mayor índice de pobreza infantil, superado sólo por Rumanía, según revela un informe de Cáritas Europa.
En España, el riesgo de pobreza entre los niños menores de 18 años se situó en 2012 en el 29,9%, casi nueve puntos por encima de la media de la UE, que estuvo en el 21,4%, según datos de 2013 de Eurostat. De 2011 a 2012, la tasa de pobreza en este sector de población aumentó del 15,6 % al 19,4 %. Y en 2013 ha subido hasta el 33’8 %. España tiene la mayor tasa de abandono escolar prematuro de la UE, un 24,9% frente a un 12,7% de media europea en 2012. Los hogares sin ingresos de ningún tipo han pasado desde unos 300.000 a mediados de 2007 a casi 700.000 a finales de 2013.
Y ante esto, el Estado y las autoridades europeas rescataban con miles de millones a bancos y cajas de ahorros, sin hacer nada por las familias que caían en una espiral de pobreza y precariedad empeorando cada día por los recortes de la Administración en sanidad, educación, y con la reducción de las ayudas para libros de texto y la exclusión de los inmigrantes irregulares de la sanidad pública. Sin hacerse responsable de garantizar los derechos de los niños reconocidos en la Convención sobre los derechos del niño de Naciones Unidas.
Estas semanas, además, hemos conocido que el gobierno del PP rescatará las autopistas –encargadas por Aznar en los alrededores de Madrid- con 2.300 millones de €, poniendo de manifiesto cuales son las prioridades del PP. Entre las personas -los españoles- y los intereses de la oligarquía financiera, el PP ha sabido escoger.
Malditos sean los que se gastan nuestro dinero -el dinero público- en salvar a los bancos de la crisis que ellos mismos han creado y abandonan a su suerte a los ciudadanos.
Malditos sean los que se gastan nuestro dinero -el dinero público- en salvar los negocios ruinosos de las autopistas y abandonan a su suerte a los desempleados.
Malditos sean los que nos despojan de la sanidad pública para favorecer los negocios privados de sus amigos.
Malditos sean los que te quitan el trabajo, la casa y la comida para lanzarte al vacío de la marginación y de la exclusión social sin darte ninguna oportunidad.
¡Malditos sean por siempre jamás!