Por Toni Roderic, Presidente de Los Verdes.
La irrupción, básicamente mediática, de Podemos en el panorama político español y su ausencia de las luchas y movilizaciones populares, juntamente a la falta de concreción de sus propuestas (muchas veces enmascaradas en una hipotética futura decisión de sus círculos) y sus cambios continuos, nos imposibilitan -en la mayoría de los casos- conocer sus posicionamientos ante temas que Los Verdes, en particular, consideramos básicos de nuestra actividad política.
Por eso, entrevistas como las de la SEXTA noche (actualización: el vídeo «paSyZ0144jM» ha sido eliminado de Youtube) o la que ELDIARIO.ES publicó, ambas con Pablo Echenique, después de las elecciones europeas, o el Programa de Podemos para las elecciones andaluzas, nos ayudan a hacernos una idea –aunque sea escasa- de la ideología que sustenta a la nueva fuerza política. Entrevistas y Programa para las elecciones andaluzas sirven de base para analizar algunos aspectos que imposibilitarían, a mi entender, acuerdos de colaboración de Los Verdes con Podemos:
TRANSGÉNICOS
Los Verdes pensamos que los transgénicos están generando serias consecuencias ambientales y socioeconómicas y que plantean un serio riesgo para la salud, la biodiversidad y la soberanía alimentaria. Contrariamente a lo pregonado por la industria biotecnológica, los cultivos transgénicos implican un incremento en el uso de agrotóxicos, generan contaminación genética y del suelo, pérdida de biodiversidad, desarrollo de resistencias en insectos y vegetación adventicia (malas hierbas), así como efectos nocivos para otras especies.
Asimismo, los cultivos transgénicos también representan una amenaza para los pequeños productores (campesinos e indígenas) ya que el modelo de cultivo de los transgénicos concentra el control de la agricultura y la alimentación en pocas manos y el aumento de la concentración empresarial destruye la libertad de elección y eleva los precios.
Para Podemos, los transgénicos –no aparecen en el programa de Agricultura para las elecciones andaluzas- y no merecen la condena de Echenique: “Obviamente como científico no estoy en contra de los transgénicos per se. No he tenido el tiempo suficiente de discutir el tema con mis compañeros de partido y estoy seguro de que habrá gente desinformada que piense que son malos per se. Ya me encargaré yo de convencerles de que no. En la izquierda algunas veces la gente se ha vuelto anticientífica. Yo creo que la gente que no forma parte del sistema científico percibe a la ciencia como parte del sistema”.
NUCLEARES
En la entrevista en la SEXTA noche, a pregunta de Hilario Pino, Echenique dice que en este tema hay que saber qué dicen los expertos por un lado y la gente por otro, dándole una importancia primordial al papel de los científicos y a la decisión que en su día tome la gente.
Para Los Verdes, tras los desastres nucleares de Harrisburg, Chernóbil y Fukushima, y por un simple principio de precaución, nuestra postura sobre las nucleares no exige ya más toma de decisiones. Estamos en contra de la energía nuclear –la energía más capitalista- y a favor de las renovables y de la democratización de la producción energética. El voto a Los Verdes es incuestionablemente –y eso creo que todos son conscientes de ello- un voto a favor de las energías renovables y contra las nucleares. Hay posturas, como por ejemplo la defensa de los Derechos Humanos, o la de la igualdad de los seres humanos, que no son susceptibles de aceptación por más votaciones que se puedan hacer.
INVESTIGACIÓN CON ANIMALES
Echenique manifiesta que: “Yo no estoy en contra de la investigación con animales. Con el tema animalista, veremos. Si un día se vota y la mayoría está a favor de la investigación con animales, queriendo mucho a los compas animalistas y respetando sus opiniones, tendrán que aceptar lo que diga el resto de la gente. Y si se enfadan tendrán que desenfadarse”.
Cuando se habla de experimentación con animales, la gente la asocia –también lo hace Echenique– con los ratoncitos blancos de laboratorio en la lucha contra el cáncer o el SIDA, dando a entender que los ciudadanos deben elegir entre la vida de su hijo o la del ratoncito. La realidad es que 115 millones de animales (más de 12 millones en la UE) son usados anualmente en experimentación en el mundo. Y no sólo ratoncitos (de los que muere uno por minuto) sino también conejos, cobayas, cerdos, ovejas, cabras, perros, gatos y primates, así como aves, anfibios y peces. Y no sólo para investigación médica: cientos de miles son sacrificados, víctimas de crueles sufrimientos, intensos dolores y muerte agónica con el único fin de ensayar una gran variedad de productos de mercado como aditivos alimentarios y farmacéuticos, químicos, industriales, agroquímicos, pinturas, anticongelantes de motor, productos de limpieza, cosméticos, tabaco, comida para mascotas…
El uso de animales en pruebas armamentísticas y de la industria militar supone en nuestro país hasta 1/3 del total de los individuos usados en experimentación. En 2009 se usaron en España, medio millón de animales para aprender a matar siendo sus principales víctimas caballos, delfines, monos, perros y cerdos.
DESARROLLO FRENTE A DECRECIMIENTO
Los economistas de Podemos reniegan del decrecimiento y apuestan por el desarrollo. Más próximos a las medidas neokeynesianas de desarrollo económico, mediante políticas de inversión pública, que a la economía del decrecimiento, avalada en un principio por los promotores de Podemos, firmantes todos ellos del Manifiesto Última Llamada.
Los economistas Vicenç Navarro y Juan Torres López, que el secretario de Proceso Constituyente y Programa de Podemos, Juan Carlos Monedero, fichó el pasado mes de septiembre para elaborar el programa económico con el que la formación se presentará a las elecciones generales, aborrecen el utopismo del decrecimiento y abrazan el posibilismo del desarrollo. En definitiva, “lo que cualquier formación socialdemócrata hubiese firmado hace años”, como ha repetido hasta la saciedad Pablo Iglesias.
La apuesta de estos catedráticos de economía por el desarrollismo llevó a Arcadi Oliveres, el tercer economista fichado por Monedero, a rechazar el encargo. Una “desilusión” que también ha marchitado a los miembros del círculo de Economía, Ecología y Energía no sólo por su posición favorable al decrecimiento, sino también por verse marginados del proceso de elaboración del programa económico, en el que llevaban varios meses trabajando.
Naomí Klein señalaba recientemente que “le gustaría que en Podemos se diera una convergencia del movimiento contra la austeridad y de la acción contra el cambio climático” imprescindible para solucionar el conflicto entre nuestro sistema económico capitalista basado en el crecimiento y un sistema planetario que requiere contracción en el uso de materias y energías. Por eso, necesitamos una transición y la necesitamos ya.
A MODO DE CONCLUSIÓN
Con estas premisas, y al albur de que se concreten definitivamente sus propuestas para las elecciones generales de fin de año, parece evidente que Los Verdes tenemos varias líneas rojas que superar y que nos imposibilitan el llegar a acuerdos con Podemos.
Las Nucleares, la lucha básica contra el cambio climático, los transgénicos, los experimentos con animales, el decrecimiento y el supeditar el éxito electoral a los principios, quizás nos convierta en “frikis”, como nos catalogó Pablo Iglesias, pero su no aceptación nos convertiría en una ideología vacía que no nos satisfaría vitalmente por más elecciones que pudiéramos ganar. Y que, además, no sabríamos para qué… Conseguir el poder, para que no lo tengan los otros, nos convierte en la otra cara de la misma moneda.